jueves, 21 de abril de 2011

LOS 7 MANDAMIENTOS DEL BUEN EXHIBIDOR


Si el cine te encanta pero después de leer este blog pensás que sólo un demente o un masoquista puede dedicarse a algo semejante, lo mejor es que juntes dinero y te sumes a una franquicia de multicines extranjeros y te conviertas en EXHIBIDOR.
Aquí te dejamos de forma gratuita y casi religiosa estos mandamientos que nunca fallan para llevar adelante tu negocio:
Primero: Toda película nacional que no tenga mucho dinero o canal de TV detrás, debe verse lo menos posible.
Segundo: Siempre te beneficiarás de las ayudas públicas a la exhibición pero buscarás la manera de no respetar las cuotas de pantalla y que nadie se de cuenta.
Cuota de pantalla: dícese del manotazo de ahogado de los gobiernos para defender su más que maltrecha cinematografía obligando a los cines a dar prioridad a los productos nacionales frente a las pelis extranjeras (Léase americanas, que por cierto dominan la distribución y exhibición en los países de dichos gobiernos). Es decir, lo mismo que hacen todos los países con industrias nacionales tipo la agricultura, la automotriz, etc.
Esta prioridad puede consistir en que se mantengan en pantalla las producciones nacionales por lo menos por 2 semanas, o sea 2 fines de semana como mínimo, o controlar la cantidad de producciones extranjeras que se estrenan en una misma semana, etc
Tercero: Si tienes un multi cine y anuncias las películas con carteles electrónicos, siempre debe romperse o no funcionar la línea donde se anuncia la producción nacional.
Cuarto: Cuando la productora independiente te envíe los carteles para el estreno ponlos para que se vean bien. Pero en cuanto hagas el primer pase, por lo general el de la mañana o el de las 14:00 Hs a los que no suele ir ni la madre del director, quítalos y pon los de tu próximo estreno extranjero que será dentro de seis meses. 
Si alguien de la productora independiente pregunta por qué les has sacado dichos carteles que les costaron un huevo y medio. Oféndete y llévalos de mala manera a ver como están “muy bien” colgados en el pasillo que lleva al sótano.
“Pero acá no los ve nadie” dicen los de la productora con esa vocecita típica de subversivos antisistema. Oféndete aún más y replica con dignidad: “¡¡Cómo que no!! Cuando la gente baja por la escalera puede ver el ángulo superior izquierdo y las dos primeras letras del título. El público es muy inteligente hoy en día, así que el resto lo sacan por contexto”
Quinto: Instruye bien a tus boleteros (los que venden los tickets) para que al ser consultados por algún cliente que no consiguió entradas para la peli que tenía en mente y les pregunte por esa peli nacional, ellos pongan cara de inocentes y digan: “la verdad que yo iría a ver Wonder Woman 8”
PEQUEÑA APOSTILLA PARA LOS ESPECTADORES: Si usted va al cine y no sabe que ver o no consigue entradas para la que tenía en mente, no le pregunte su opinión al chico de los tikets, (que tiene una gorra, una camiseta, un pin con las palabras WONDER WOMAN 8 y que encima antes de que diga usted nada le sugiere que si compra una entrada para dicha peli le regalan un tarro extra super grande de palomitas y una modelo en bikini o el doble idéntico de Brad Pitt, según sean sus preferencia sexuales, le hará un masaje de pies durante toda la proyección), que le recomendaría ver. Algo nos hace pensar que su opinión puede que esté un poco condicionada.
Sexto: Al ser preguntado o cuando la industria se movilice por la precariedad y la competencia desleal, usted debe apoyarles siempre, pero diciendo que el verdadero problema es la piratería y que la gente se baja las pelis de internet.
Séptimo: Una película americana mala es sólo una peli americana mala, una peli nacional mala es igual a: el cine nacional es una mierda.
Si cumple con estos mandamientos, su negocio estará asegurado y este carnaval en el que estamos todos metidos y nos hemos acostumbrado a vivir seguirá por los siglos de los siglos, amén.
Al fin y al cabo, los que tienen la culpa son los directores y productores que filman películas que no les interesan a nadie, son unas pajas mentales qué sólo sirven para ganar festivales internacionales y generar interés, reconocimiento y negocios con otros países pero que al público le importan una mierda. Claro que cómo le van a importar si la mayoría de las veces ni se enteran que esas pelis existen, aún cuando logren estrenarse.
Quedémonos con una frase de un amigo y conocido director premiado en festivales internacionales muy importantes cuando yendo a tomar el metro se encontró con su peli, que no pudo sostener en pantalla más de una semana, pirateada y a la venta en el top manta (venta ambulante): “¡¡He llegado!!” se dijo a sí mismo mientras sonreía, le pagaba al tipo 5 pesos (menos de un euro) y se llevaba su propia obra a casa.

EL OSCURO BOSQUE DE LA DISTRIBUCIÓN DE PELÍCULAS


Negros nubarrones se ciernen sobre nuestras desprotegidas cabezas. Gritos de dolor y quejidos infernales desgarran la noche de nuestros tiempos. ¿Es la guerra? ¿El cataclismo universal? No, es la entrada al oscuro bosque de la distribución de películas.
Un distribuidor es un ser humano (les juro que esto es verdad y no una expresión deseos) que se dedica a adquirir derechos de explotación de películas gastando lo menos posible para después vivir dándose de hostias con los exhibidores a los que el sólo oír la frase: “es una peli nacional” les genera horribles convulsiones que sólo las cura la contra frase: “pero hay dinero de la tele y está el actorcito este de la serie de moda tal”. Si esta frase no funciona también se puede probar con: “estréname esta que después te traigo “WONDER WOMAN 8 – La venganza de la teta talibán”. Dónde Diana descubre que su seno derecho, es en realidad un talibán infiltrado que quiere volar la estatua de Rocky que hay en Filadelfia”
LA REUNIÓN CON EL DISTRIBUIDOR O EL REFINADO ARTE DE LA UTILIZACIÓN DE LA PALABRA
Supongamos, como les pasa a la gran mayoría de directores independientes, que su película está recién acabada, todavía no ha comenzado el circuito de festivales y necesita estrenarse cuanto antes para poder recuperar el dinero y pagar los cientos (siendo benévolos) de deudas pendientes. Con este panorama, usted va a la reunión con el distribuidor, allí oirá una serie de frases o palabras que dirá su interlocutor y que parecen una cosa pero quieren decir otra. 
A continuación una pequeña guía donde verá en mayúsculas la palabra dicha por el distribuidor y seguido lo que realmente está pensando:
INTERESANTE”: la peli me pareció una mierda inclasificable e invendible pero, antes que nada, soy un tipo educado y después, mirá si llega a gustar a los críticos o pega un batacazo en algún festival y yo me pierdo el negocio. Así que sigamoslé la corriente a ver a donde llegamos porque de última la saco sólo en DVD que no me cuesta nada.
“ES DE DISTRIBUCIÓN LIMITADA”: No está mal, pero yo no pongo una puta moneda porque si me va mal no la recupero ni estrenando Wonder Woman 8 y eso que tener una teta talibán debe ser digno de verse y encima me acuerdo ahora como me calienta la Wonder Woman desde que era chico y me pongo como una moto.
“CREO QUE PODEMOS HACER ALGO”: ¡La mierda que está buena la peli de este reventado. Sin un duro (o sin un peso según en que parte del atlántico se dé este pensamiento), sin actores conocidos pero me encantó!. Tranquilo, tranquilo, no lo voy a transmitir porque no pienso poner una moneda y les voy a hacer creer que les estoy haciendo un favor al tomarla y estrenarla. Así me la quedo por nada y le saco una buena diferencia. Total le pego un llamadete a mis dos críticos amigos de los dos principales diarios nacionales para que me hagan una buena reseña y con meter un puñado de espectadores ya tengo para la última cuota del piso en Puerto Banus donde me pienso rajar con mi secretaria y a mi familia y la frígida de mi mujer que le den por c…
“Perdón”, interrumpe el director de la peli que lleva 10 minutos de silencio después de que preguntó: “¿Y, qué te pareció la peli?”
Vamos dejando esta cordial reunión de negocios, sonrisas, apretón de manos y vaya a saber Dios que habrá pasado. Sorprende ver como el distribuidor sale corriendo de su oficina, se cruza al kiosko de revistas y se compra un par de ejemplares de la Wonder Woman para después encerrarse en el baño de la oficina.
¿Y el director? Ah, ese va calle abajo a tomarse un café y prepararse para el próximo round.

viernes, 21 de enero de 2011

EL SONIDISTA


Después del productor, que es el que paga los sueldos, sin duda el sonidista es la persona que puede llegar a ser la más combatida por los demás técnicos de una producción. ¿Por qué? Como respuesta vaya esta serie de simpáticos ejemplos que se repiten una y otra vez en cada película, tenga el presupuesto que tenga:
¡HAY FRECUENCIAS EXTRAÑAS QUE USTEDES NO ESCUCHAN PERO MI MICRÓFONO SI!
El locador o jefe de locaciones, pasa semanas montado en coche, taxi, buses, trenes, bici, caminando, fotografiando y presentando lugares que se asemejen a lo que dice el guión para ser los decorados donde transcurrirá nuestro rodaje. Una vez que logra que el director le apruebe uno de ellos y de haber convencido a los dueños de que el poco dinero que cobrarán por dejar que filmemos allí está muy bien y que no son ciertos esos “rumores” que dicen que por donde pasa un rodaje no vuelve a crecer el césped  o que es peor que dejarle tu casa a Atila y sus amiguetes para una noche de borrachera y drogas en donde piensan decapitar a varios no amiguetes con las tablas de tu parquet, todas las cabezas de equipo se montan a su vez en una camioneta y salen para el mencionado lugar a hacer lo que se conoce como “Scouting técnico”.
Allí van, llenos de ilusión y alegría, el director, el jefe de producción, el de locaciones, el dire de Foto, el o los de arte (estos son como las mujeres cuando van al baño, siempre van de a dos o más) y el sonidista.
Todo es buen humor, risas y amistad hasta que 22 segundos antes de que la camioneta se detenga frente a la puerta del lugar, ya no podemos decir que va UN GRUPO de colaboradores. Ahora, y por cuestiones que escapan al entendimiento de este humilde narrador, son 2 GRUPOS: en uno todos menos el sonidista, en el otro: el sonidista, sus auriculares y un micrófono pequeñito pero que puede oír los ruidos digestivos de un coreano cenando en Pyongyang una tartaleta de huevos. Es decir algo muy, muy lejano.
Recorren el lugar, sonríen a los dueños super ilusionados porque van a hacer una peli en su casa mientras todos piensan para sí mismos: “¡Pobres, no saben en lo que se meten!” para finalmente juntarse en el comedor y debatir las posibilidades. Veamos el siguiente diálogo:
Director: (Triunfal) ¡Por mi ok!
Jefe de Producción: (Discreto pero relajado): Por mi ok. El precio está bien, podemos filmar cuando queramos, pintar y cambiar lo que quieran. Además en el garaje puedo montar el catering para el equipo y nos dejan gratis el piso de al lado para maquillaje, vestuario y que estén los actores.
Dire de Foto: (hablando por el móvil porque siempre están con varias cosas a la vez) Ok, muy cómodo
Arte: ¡¡ Genial, genial, nos re encanta!! (Los de arte son de usar este tipo de expresiones para decir que por ellos está ok)
Cuando todos están a punto de felicitar al locador y descorchar el champán con los dueños, se oye la vocecita del sonidista desde el fondo:
Sonidista: (Sorpresa forzada) ¡¿Acá vamos a filmar?!. Pero si el suelo cruje, las ventanas son de vidrio finito y se oye el baño del tipo de la otra manzana y… eso qué es…Uh no! Tengo una frecuencia que ustedes no oyen pero yo sí de -3,12 Db y eso no se puede sacar en post producción. ¿por qué no vamos a la que vimos hace 15 días?
Jefe de Prod.: ¿Quizás porque es chico, tenemos más de 3 horas de viaje y el lugar más cercano para comprar cualquier cosa está a 124 kms?
Sonidista: Pero es más silencioso que esto.
Tres cuartos de hora de discusión más tarde, dos intentos del locador de clavarle el microfonito en el cogote al sonidista y haber rechazado 8 ofrecimientos de calma y tazas de té de los dueños, todos acuerdan cagarse en el sonidista y filmar allí de todas formas. 
Ejemplo de sonidista pescando ruiditos
EL SONIDISTA Y LOS ELÉCTRICOS, UN AMOR A PRIMERA VISTA
Para poder iluminar y darle ese toque tan especial a la película que usted disfruta en el cine se usan luces de gran potencia. Para alimentarlas no usamos los tomas de las casas porque sencillamente volaríamos la instalación de toda la manzana. Se usan unos generadores enormes de 175 KVA o más, que son insonoros, pero como todo en esta industria, SUENAN. Por eso hay que colocarlos lo suficientemente lejos de la locación pero lo suficientemente cerca para que alcancen los metros de cable con los que contamos. Puedo asegurarle que conectar y desplegar 150 metros de cable de 380V todos los días no es muy agradable.
Por supuesto, el lugar que encuentra el locador después de convencer a todos los vecinos de esa calle que ese aparato inmenso no hace más ruido que una mosca moribunda aleteando a 1 km de sus casas, dicho lugar es rechazado de plano por el sonidista que auriculares puestos y cara de enojo porque tuvo que caminar 150 metros dice: “Lo escucho y ese ruido no se puede sacar en post producción”
Arrastrando cables, los pies, el orgullo, el armatoste de 175KVA que pesa un huevo de elefante y medio y jurando venganza, los eléctricos y el locador empujan el trasto a más distancia.
 LA VENGANZA LLEGA EN FORMA DE RUIDITO
El tiempo apremia, falta más de la mitad del plan de hoy, la tensión en el set se corta con un aliento. En medio de una toma que está quedando perfecta y que es sin dudas la más complicada del día, un grito feroz estremece el lugar: ¡¡¡CORTEN!!!
El director busca con su mirada al que osó cortarle un plano en la mitad, mientras con la mano derecha agarra el cortaplumas de su asistente y se regodea imaginándolo clavado en la garganta del culpable.

Ejemplo de  director a la caza del sonidista que cortó el plano.




Todas las cabecitas se giran formando un caminito hacia el sonidista que con los auriculares puestos y una tranquilidad exasperante dice: “es que tengo un ruidito y eso no se puede sacar en post producción”. Dos milésimas de segundo antes que el cortaplumas se incruste en su silla, ya se ha levantado y busca obsesivamente la fuente de dicha perturbación sonora.
En seguida, todo el equipo hace “orejitas” y ayuda en la búsqueda mientras el asistente pide su café número 166 y se desmorona en silencio. Obviamente, sólo por casualidad y casi media hora después descubren que el ruidito lo produce un cable de una de las luces al apoyarse sobre el cable del micrófono. El problema es subsanado, el director se prepara a rodar nuevamente el plano, todos respiran aliviados salvo los eléctricos que acaban de volver de arrastrar el generador y se arrodillan a agradecer a todos los santos del cielo por haberles enviado su esperada venganza. A partir de ese momento, se entretendrán poniendo al “descuido” ese cable sobre el del micrófono un par de segundos antes de cada toma.
¡¡GRABA SONIDO!!
El sonido es tan importante como la imagen. Sin un buen sonido no nos impactarán tanto las explosiones o los tiros o los llantos o un buen polvo en la pantalla. Esto es cierto en el 100x100 de los casos.
Si un sonidista te dice que algo quedará mal, no hay duda que así será. Así que más allá de chistes, si te vas a dedicar a este trabajo ten esto en cuenta y haz como el sonidista: ESCUCHA.

martes, 9 de noviembre de 2010

DESMONTANDO EL MONTAJE


Una película es como un rompecabezas gigante. Cientos de piezas, que llamamos planos o tomas, que necesitan ser ubicadas en su mejor sitio para que aparezca la historia que vemos en la pantalla, en el DVD o nos pirateamos tranquilamente de Internet.
Por suerte, la humanidad evolucionó bastante y cuando montamos tenemos una guía, un mapa, que es nuestro ya viejo y “apachuchado” guión. 
¡Qué pensamiento más tranquilizador! Sobre todo para alguien como yo que los rompecabezas le parecen sencillamente una mierda.
El primer desengaño del director en esta nueva etapa consiste en darse cuenta que el guión ya no es la película que tiene que armar. Qué ahora, muchas escenas que cuadraban perfectamente en lo literario ya no existen o, simplemente, no funcionan en acción.
Cuando el pobre director está listo para meter la cabeza en el horno y abrir el gas, aparece desde la espesura (donde “espesura” es el comedor de su casa ya que estuvo fuera por el rodaje como dos meses y la mugre se le ha acumulado, a tal punto que ahora le paga el alquiler a un holding de cucarachas poco amistosas y con extrañas conexiones con la mafia rusa. De hecho, hay una con una patita menos y marrón clarita que dice ser la presidenta de un importante club de futbol de la primera división argentina), pero, retomando: … aparece desde la espesura:  ¡EL MONTAJISTA!. Algo así como un experto en armar puzzles.
COMO RECONOCER A UN MONTAJISTA
Por lo general son hombres y mujeres extremadamente tranquilos y con una sangre tan helada que con sólo acercar nuestro vaso de whisky ya no hacen falta los cubitos. 
Son los únicos tipos capaces de decirle al director frases como: “¡Vaya mierda de planos que tengo para armar esta secuencia!” o “¿A este actor lo elegiste vos o te lo impusieron?”, o esta otra: “¿Por qué no rodaste un plano más cercano?. Yo monto, no hago milagros”. Todo, sin que les importe un pepino que para el mencionado plano no teníamos suficiente tiempo o se largó a llover cuando tenía que hacerse con sol radiante o el actor ese día estaba con resaca, diarrea o lo que sea que siempre tienen los actores antes de una secuencia complicada.
Una vez superado este suave comienzo, el montajista o montador (según el país donde usted resida) se va enamorando de la película y los papeles se invierten: el director es ahora quien quiere hacer desaparecer tal o cual secuencia y el montador el que defiende a capa y espada que no es necesario quitarla. Pero cómo sabe que quien decide es el director, lo mejor para sostener su idea es apelar a argumentos tan contundentes como los siguientes: “¡Si me sacas esa secuencia te dibujo unos anteojos con el filo de este dvd!” o mejor aún y siempre mucho más efectiva: “¿Estás seguro?, ¿Te parece que se entiende?, además sólo nos queda una semana de trabajo para terminarla y no vamos a tener mucho más tiempo para pruebitas" ( Léase “pruebitas” con cierto aire de superioridad y dos gotitas fuertes de cinismo extremo)
Pues sí, mis queridos y, por cierto, pocos seguidores. Apelar a la inseguridad del director no falla casi nunca. ¿Cómo estar seguro si el cambio quedará bien? ¿Cómo saber de antemano que es para mejor y no echará a perder toda la peli?.
Trabajamos como locos pero siempre con la incertidumbre de si lo que hacemos está bien. Lo sabremos recién cuando el público la vea. Lástima que entonces ya no se puede cambiar nada. Se imagina usted a un director en la puerta del cine pidiendo que suspendan la función porque quiere cambiarle una partecita. ¿Imposible verdad?
Nótese que he dicho “público” y no “críticos”, ya que de esa particular especie de la raza humana ya nos ocuparemos a su debido tiempo
FINAL A TODA ORQUESTA
Entre 8 y 12 semanas después, según el dinero que tenga la producción y cual parto cinematográfico, la película esta acabada de montar.
“Bueno”, pensará usted en su infinita inocencia, “ahora a sentarme y ver que hicieron estos tipos”. Pues no. Todavía falta hacer el sonido, la música, la corrección del color para que se vea bien en los cines y finalmente sí tener la copia que se llama “0” o copia “A”. “A” de “¡Ay Dios mío lo que costó hacer esta peli y todavía no cobré un centavo y le debemos plata a todo el mundo y no me la quieren estrenar porque la distribución la manejan los norteamericanos y en la fecha que nos viene bien ponerla estrenan “Rocky 1254”, “Batman contra la tía abuela sicótica de Osama bin Laden” y “Toy Story 69: Buzz y Woody, dos gays en el mundo de los juguetes eróticos”.
Sobre la mesa del comedor veo el rompecabezas que me regalaron hace un par de días. Una foto de unos perritos jugando con una pelota azul. Releo todas estas líneas y por la ventana veo que mi vecino está quemando basura. Por fin encontré algo útil que hacer con el rompecabezas y este par de perros de mierda.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Lo que soy


Una taza humeante de té. El cuerpo que se va recuperando del cansancio, la memoria llena de imágenes, sensaciones y sentimientos.
El cine no es sólo mi trabajo, lo que hago para pagar las cuentas y comer de vez en cuando. Es lo que soy.

Cada uno de ustedes allá afuera lo llevan dentro. No podrían vivir sin arte, sin fantasía, sin ficción.
Cada mañana, tarde o noche, en cualquier lugar de este mundo, cuando un niño le pide a su mamá que le cuente un cuento, el cine renace. Renacemos todos nosotros.
Las imágenes que nos creamos en nuestras cabezas de caperucita, el lobo o lo que sea que nuestra mamá se le ocurra contarnos, es como darle al REC de la cámara y entonces nos relajamos, nos dejamos llevar, sentimos, lentamente cerramos los ojos, todo se oscurece, se enciende la pantalla, dormimos, soñamos.
Empieza la película...

domingo, 5 de septiembre de 2010

FIN DE RODAJE

Ya han pasado más de dos años desde que tecleara la primera letra que se convertiría en palabra y esta en guión y el guión en una treintena de personas dando lo mejor de su oficio y conocimiento para crear una película.

“Una película”, un simple entretenimiento, una reflexión, apenas un pensamiento, por el cual otras personas pagarán para obtener el permiso de compartirlo. ¿Ironía o simple capitalismo de industria cultural?. Todo tiene un precio. A todo le ponemos un valor. ¿Mientras más vale, mejor es? ¿ Sí una película la ven millones de personas, eso quiere decir que es buena? ¿ Por qué la cantidad es una cualidad de belleza?. Peor aún: ¿Una película que recauda en dólares es mejor que otra que lo hace en pesos o bolívares? El dólar vale más que el peso, por lo tanto es necesariamente mejor que la que recauda en pesos.

Me juguetean preguntas mientras recorro junto con mi equipo los kilómetros que nos llevan al aeropuerto de Salta para tomar el avión que nos devolverá a casa. Ahora me cruzan imágenes de Angastaco, la ruta del sol feroz, Seclantás, Molinos, el impresionante locro en casa de los carpinteros, los partidos de fútbol, Cafayate, el último día de rodaje de Diana y Mariano y ese abrazo entre lágrimas, la entrega y profesionalismo de todos estos técnicos, el profundo amor por lo que hacemos.

Casi mil días después de aquella primera letra hemos terminado el rodaje. Me siento satisfecho de haberlo logrado junto con todos estos hombres y mujeres que cantan y bailan, guitarra en mano en el pasillo del micro como si el cansancio, el frío sufrido, la tierra respirada, la piel seca por el clima y las ganas de volver a casa que tenemos todos no existieran.

Lo paradójico, es que ninguno de nosotros sabe si hemos hecho una buena película. Por ahora, sólo llevamos cientos de tomas, pequeños pedacitos que comenzarán a formar la historia cuando comencemos con el montaje dentro de veinte días.

La película va consiguiendo su ansiada libertad, se libera de mí, de cada uno de nosotros. Ya no estará más sometida a los “ACCION” o “CORTEN”. Ahora, ella ya tiene forma y empezará a buscarse. Cada fragmento se unirá con otro creando uno nuevo. Y cada vez que alguien lo vea, renacerá, se re significará según quien sea y cómo piense y sienta ese “alguien”.

A partir de ahora ya no importa si la hicimos con poco dinero y poco tiempo, ni las renuncias, ni el clima tan seco, ni el frío, ni la caverna donde filmamos y donde casi no se podía respirar por la tierra y el humo, ni los miedos, ni las inseguridades, ni los enojos, ni las alegrías, ni el amor, el orgullo, el compañerismo…

¿Ya nada importa?. Todo es recuerdo. Nuestro recuerdo. Una pequeña parte de nuestra vida, de cada uno de los treinta y pico de personas que creamos esta película.

El micro atraviesa sinuoso las montañas salteñas, no fue planeado pero por la ventanilla el sol se está escondiendo. Se hace de noche, termina una etapa… comienza otra...

lunes, 2 de agosto de 2010

Terminamos en Seclantás, nos vamos a Molinos

¡¡¡GRACIAS SECLANTÁS!!!

Con cierta tristeza y melancolía nos despedimos de la gente del rancho, de las familias que nos albergaban en las dos hosterías del pueblo, de la Policía que no pudo detener nuestras fiestas hasta la madrugada, de la señora que limpiaba en el hotel donde paraba Carmelo Gomez y que casi muere de un soponcio cuando éste le descolgó todos los cuadros e imágenes religiosas del cuarto y con una sonrisa le dijo: “Es que no creo en nada de esas pavadas”, del perro que jugaba con nosotros todos los días y que cuando nos fuímos nos siguió corriendo 10 kms mientras todos decían: "¡Qué lindo, mirá como corre, no quiere que nos vayamos!" pero nadie ni amagó a bajarse y traérselo en el viaje, de la gente del hospital y del coya de bigotes que tenía un restaurante que se comía como los dioses pero tardaba una hora cuarenta y cinco minutos en traerte una ensaladita.

Allí a lo lejos vemos a los queribles habitantes del pueblo que vienen todos juntos a despedirnos, agitando pañuelos y con sus brazos en alto y sus gargantas emocionadas. Igual de emocionados, queremos bajar de las camionetas que nos llevarán a nuestra próxima parada, para estrecharnos en un abrazo sentido y fraternal con toda esta gente que nos ha recibido con tanto calor y alegría y… Perdón, un momento que me dice algo nuestro Jefe de Producción, “Decime, Marquitos”.

Continúo: … y así nos vamos subiendo todos a las camionetas, rapidito, rapidito, antes que lleguen los del pueblo que no vienen a despedirnos sino a cagarnos a trompadas porque todavía les debemos guita. Vamos, vamos que la cultura y el engrandecimiento del cine independiente nos esperan, pero vamos de una vez que nos matan a todos!!!

Lo siento pero no podía resistirme a escribir esta chanza a nuestro Jefe de Producción. Todo lo anterior no es cierto. El pueblo sí nos despidió con alegría y haciéndonos prometer volver algún día. La hemos pasado muy bien y agradecemos enormemente la colaboración y comprensión de todos.

¡¡ Muchas gracias y hasta la próxima !!